Una vez cada 4 años

Esa es la frecuencia con la que Teruel tiene hueco en los medios de comunicación estatales, o mejor dicho, la frecuencia con la que los jefes políticos se dignan a venir por aquí.  Una vez cada 4 años, o lo que es lo mismo, cada vez que los ciudadanos nos acercamos a nuestra cita con las urnas.

Esta semana le tocó al Partido Popular, en la persona de Mariano Rajoy.  Un Mariano Rajoy que no se había pasado por Teruel en años, pero que viene ahora a unos meses vista de los próximos comicios.  Un Mariano Rajoy que ahora nos promete el oro y el moro a los turolenses, olvidándose de que el también fue partícipe del secular olvido de los gobiernos del Estado, en su caso durante 8 largos años.  Un Mariano Rajoy que ahora viene haciendo promesas grandilocuentes como el AVE, pero que, como viene tan a menudo a Teruel y conoce las necesidades y anhelos de los turolenses, no sabe que, no es que no queramos el AVE (y que nos suban los billetes como ha pasado en Zaragoza), simplemente queremos un ferrocarril digno, que no descarrile cada dos por tres; una estación en Teruel que también sea digna, y no lo que hay ahora.

Pero no sólo el PP se acuerda de Teruel una vez cada 4 años, también el PSOE.  Zapatero se acordó de nosotros con el Plan Teruel pero, como siempre, a la hora de la verdad, resultó ser otro gran chasco (suerte que, al menos Labordeta lo consiguió ampliar en tiempo y dinero).  Eso sí, lo venden como si fuera la salvación de la provincia, la solución a todos nuestros problemas, cuando no son más que proyectos a larguísimo plazo, o proyectos ya en ejecución, o estudios de proyectos (que caso de que se ejecuten, tardaríamos años en verlos hechos realidad),...

Turolenses, no os dejéis engañar, no os dejéis embaucar con promesas pomposas pero que sabemos más que improbables,...  guiaros por los hechos, por las promesa cumplidas, por la dignidad, y por lo que sabéis con certeza que lucha por nosotros.  A día de hoy, eso sólo se reduce a una opción de voto:  Chunta Aragonesista.  

Sí, Chunta Aragonesista.  Porque ha demostrado que piensa en Teruel en Teruel, en Zaragoza y en Madrid.  Porque está demostrado que los votos a los partidos mayoritarios son pan para hoy y hambre para mañana, ya que por muy turolenses que sean sus senadores y diputados, acaban plegándose a la disciplina de voto que le mandan sus jefes.  Porque Teruel no tiene nada que perder con un cambio como este, y sí mucho que ganar.

Teruel quiere crecer, y si desde Madrid no nos ayudan a hacerlo, al menos que no nos pongan trabas.  A Teruel lo tenemos que levantar desde aquí, desde Teruel, desde Aragón; y hemos de tener seguro que desde Madrid no van a hacer mucho más de lo que ya han hecho hasta ahora (prácticamente nada).  Teruel existe, y los turolenses tenemos que dejarles claro a nuestros políticos que, o se ocupan de nosotros como nos merecemos y compensando además el déficit que arrastramos, o que no se preocupen en venir por aquí ni una vez cada 4 años.